Separa más bien ambas rodillas y agáchate con la espalda derecha. Esta postura se convierte en un ejercicio indicado para adquirir flexibilidad en el perineo, pues refuerza el cinturón abdominal y los músculos dorsales. Parece ser que la postura en cuclillas evita en cierta manera que el niño se presente de nalgas. Por esto es muy raro que ocurra este fenómeno entre los pueblos primitivos.
Ten siempre presente que cuanto más flexibilidad proporciones al perineo tanto más rápidamente se realizará el parto. ¿Por qué pues no te sientas para efectuar ciertos trabajos domésticos?.
Por ejemplo, si has de hacer un postre, dispon de un taburete de cierta altura con respaldo.
Si lo haces así tu circulación saldrá beneficiada, y tendrás menos peligro de varices y de pesadez en las piernas. La espalda permanece, además, erguida, y se eliminan fácilmente las lumbalgias (dolores lumbares).
El planchar de pie, por ejemplo, favorece el arqueo de la región lumbar, provocando malestar en la espalda y distensión en los músculos abdominales. Existe también otro peligro al planchar de pie: que te quemes el vientre con la plancha. Por esto, baja la plancha hasta una altura conveniente y siéntate en un taburete.
Hay un gesto que haces sin darte cuenta muchas veces al día: dejar un objeto en el suelo o recoger de él un cestillo de ropa, un niño, etc. Para ejecutarlo dobla ambas rodillas, separadas entre sí, y manten la espalda bien rígida. Ten en cuenta que son los miembros inferiores y superiores los que hacen el esfuerzo, y no los músculos de la espalda y del vientre.
Sin olvidar que agacharse con las rodillas rígidas y la espalda curvada, es un gesto, además de poco elegante, molesto.
Recuerda que no debes nunca curvar la espalda, cuando puedes doblar las piernas.
Levantar a pulso un objeto es una causa de lumbalgias, ya que la región lumbar se arquea demasiado.
Es mejor que adoptes esta otra postura: la espalda recta y los abdominales contraídos. Pues así, aunque el objeto que levantas sea pesado, no notarás tirantez alguna en los ligamentos.
¿Está en el sótano el lavadero de tu casa? ¿Tienes que subir varias veces seguidas un cesto de ropa al piso superior? Si no quieres perder el aliento, sube cuatro escalones con el cesto apoyado en una rodilla y los cuatro siguientes en la otra.
No te sofocarás si inspiras y espiras regularmente mientras vas subiendo.
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