El cigarrillo, no menos que el alcohol, es poco recomendable para la mujer embarazada. Para las que no consiguen abstenerse totalmente, se les aconseja que no sobrepasen los 10 cigarrillos al día. Antes de sacar un cigarrillo, procura hacer cinco respiraciones abdominales profundas, y no es probable que sucumbas a la tentación de abrir de nuevo el paquete.
Es verdad que el hecho de fumar activa la respiración, pero, en vez de respirar oxígeno, lo que suministras al feto es nicotina.
Mucho más difícil te será soportar el alcohol durante el embarazo. Probablemente sentirás ardores de estómago en cuaríto tomes alguna copa. El vino produce, a veces, las mismas molestias.
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