Si la faja es objeto de controversia, lo mismo ocurre con el sujetador.
Sabido es que están de moda los senos libres... pero esta costumbre no beneficia en nada a las futuras mamas. Por esto, no dejes nunca de llevar sujetador durante el día. Los pechos, o glándulas mamarias, se desarrollan sobre los músculos pectorales; si éstos se relajan, los senos se bajan; si, por el contrario, se mantienen firmes y bombeados, los senos permanecen altos. De ahí la importancia de que trabajen bien los músculos pectorales (ver el capítulo de ejercicios).
Es indispensable un buen sujetador para sostener unos senos pesados. Recuerda que tu pecho aumenta entre 0,900 y 1,400 g de peso durante el embarazo. Por esto debes cambiar, con tiempo prudencial la talla del sujetador, para que no ejerza una presión excesiva, o lleva un sujetador especial para embarazadas.1 Llévalo además día y noche durante el último mes del embarazo y un mes después del parto. Así evitarás parcialmente lo que tanto preocupa a muchas mujeres después de varios hijos: la caída de los senos.
Te voy a dar un consejo: para que los pechos se hagan consistentes después del parto, dúchalos con agua fría.
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