Tenemos tantas ocasiones de agacharnos durante el día que hemos de aprovecharlas para hacer de esta postura un movimiento que ponga en juego los músculos de la espalda, del vientre y del perineo.
Tampoco esta postura es muy elegante, por cierto, sobre todo cuando se levanta la parte posterior de la espalda.
¿Sabes que una mujer que no tiene hijos se suele agachar unas veinte veces al día? Para recoger un objeto del suelo, quitar el polvo, dejar los cacharros en la parte baja de los armarios, colocar una alfombra, levantar un niño del suelo, hacer algún trabajo de jardinería, arreglar los parterres, etc. Pero la mamá que tiene unos cuantos pequeños necesita agacharse hasta cien veces al día.
Es ésta también una postura muy habitual en los niños. Obsérvales jugar con algo: pueden permanecer mucho tiempo en la misma posición y sus músculos se acostumbran perfectamente a ella.
No debes pues inclinarte nunca con las piernas rígidas y la espalda curvada.
Porque en seguida sentirás molestias en las caderas, en la zona del diafragma, y la respiración se te hará bastante difícil y penosa.
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