La relajación

jueves, 30 de julio de 2009

En nuestros días, aprender a relajarse es el secreto de una vida tranquila y de una buena salud mental y física.

Pero, la mayoría de las mujeres embarazadas no aciertan a relajarse.

Nunca kan sabido en qué consiste el trabajo neuromuscular, y cuando se les pide que se relajen, crispan el rostro y el cuerpo, o sea, se contraen aún más.

En nuestras ciudades vivimos rodeados de ruidos y respiramos un aire viciado. Nada descansa tanto el sistema nervioso como retirarse de vez en cuando al campo, entre árboles y rodeados de aire puro, dejando de lado todas las actividades habituales. Sin radio, ni televisor, ni electrodomésticos que hacen cada vez más ruido. Esa calma, esa serenidad, que tanto necesita la mujer embarazada, la encontrarás si practicas todos los días los ejercicios de relajación completa.

Para gozar de un sueño reparador durante la noche, no hay nada como conseguir este corte en la conciencia acompañado de un descanso muscular.

1- — Ahora bien, esta relajación ha de ser diaria, para compensar la tensión que también es diaria.

No basta una relajación semanal para eliminar más de cien horas de tensión, acumuladas durante una semana.

2. — Pero la relajación debe ser además fruto de un acto de voluntad, y será tanto más eficaz si está dirigida por una persona experimentada.

Algunos creen que basta tumbarse unos minutos en un sofá, un sillón o una alfombra para que se sientan los efectos de la relajación. Es un error grave pensar que el descanso físico es independiente del descanso psíquico.

Si te sientes preocupada y no consigues olvidar tus inquietudes, se crea en ti una tensión emocional.

Verifica entonces un vacío completo en tu espíritu. Concentra tu pensamiento en una «representación agradable». Por ejemplo: un cuadro, una pintura que te gusta, una puesta de sol, las olas del mar, una mamá joven que da de mamar a su hijo, etc.

Además, ten en cuenta que la relajación muscular es esencial durante el parto. Para no estorbar el trabajo del útero, es muy importante mantener los músculos en reposo durante una contracción uterina.

Si la mujer que e"stá a punto de dar a luz se contrae, endurece los músculos, crispa el rostro y retiene la respiración, ¿qué fin consigue? Pues unos dolores intolerables.

¿Qué se ha de hacer para combatir el dolor? Relajar los músculos por completo (que conseguirás después de repetir varias veces los ejercicios apropiados) y respirar profundamente para aportar la mayor cantidad de oxígeno al músculo uterino que está en pleno trabajo.

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