¿Tienes que «comer por dos»?

Es una creencia completamente errónea. No es cierto que tengas que comer el doble; si así fuera, te encontrarías al final del embarazo con 18, 20 ó 22 kilos más de lo que debes.

Lo que has de procurarte es una alimentación sana y esto por dos razones principales:

1. —De tu alimentación dependerá tu salud antes y después del parto.

2. — De la calidad de los alimentos que tomes dependerá también la salud de tu futuro bebé.

No te voy a proponer ningún menú; lo dejo a tus gustos y a tu imaginación.

Sólo te pondré aquí una lista de alimentos que han de formar parte de tu régimen y los que debes excluir.

Necesitas proteínas, del todo necesarias a cualquier organismo para elaborar los tejidos y conservarlos en buen estado.

Encontramos proteínas en la carne roja y blanca, las aves de corral, el pescado, los huevos, los productos lácteos y los cereales.

Tienes también necesidad de vitaminas que aseguren la asimilación de los alimentos para equilibrar el estado de los tejidos y mantener los nervios en perfecto estado.

Vitamina A: Se encuentra en la leche, los huevos, la mantequilla, la margarina, las legumbres (por ejemplo, las judías), el broquil, los espárragos, las espinacas, las zanahorias.

Vitamina B: La hallarás en la leche, la carne (sobre todo el hígado)1 los cereales de grano completo, los huevos.

Vitamina C: Es abundante en los agrios: naranjas, pomelo, limones; también en los tomates, el zumo de manzana y la col.2

1. Tu menú ha de contar con una ración de hígado por lo menos a la semana.

2. La vitamina C combate las infecciones, los catarros y la gripe.

Los alimentos normales que tomamos no proporcionan las cantidades suficientes de vitamina D necesarias a la mujer embarazada. Hace falta esta vitamina para poder asimilar el calcio que es indispensable a la formación de los huesos y los dientes. Debes saber que las raíces de los dientes del feto se forman durante los tres primeros meses de vida intrauterina.

Por esto es necesario tomar vitamina D en comprimidos para satisfacer las necesidades del embarazo.

La encontrarás en abundancia en los aceites de hígado de pescado.

También el sol es una fuente excelente de vitamina D.

Las grasas (lípidos) y los azúcares (glúcidos) se toman en general en cantidad suficiente, a veces excesiva, sobre todo en el pan, los dulces, los bizcochos, bombones, salsas, etc. Recuerda que estos alimentos tomados en exceso te harán engordar demasiado.